A veces es sólo cuestión de soltar la cuerda y esperar a ver que trae la caída libre desde arriba....
Ella se encontró con un zorro que la mira con extrañeza por momentos o con violencia por otros... Ella entiende a la desconfianza, se ha rodeado de ella mucho tiempo, es un útil escudo... su mecanismo de defensa frente a lo que acecha, lo que quiere herir y de lo que Ella ya logró escapar alguna vez y, a lo que no quiere volver... jamás... jamás.
Se trata de un juego constante, que el blanco, que el negro, que el misterio... y Ella siempre buscando el gris... siempre.
Pero Ella mirando al zorro y a esta desconfianza que los rodea se pregunta si el problema no podría resolverse... y de repente surge la única solución posible... será cuestión de cambiar disfraces... de dejar de lado un extremo o el otro, el blanco o el negro... y ambos se pinten de gris sin dejar de lado al misterio.
Hola! veo que seguís a mi blog viejo, desconozco como habrás llegado, pero si tu perfil tiene razón y estudiás psicología (y el uso de "mecanismo de defensa" me dice que sí), tal vez te cope pasar por mi blog actual.
ResponderEliminarsaludos!
joan.
y adhiero a eso que decís de la caída libre, a veces dejarse caer es lo más sano, junto con dejarse levantar.