Hoy hacia el anochecer me adentré un poco
con la niña ciega en el bosque donde todo
es sombra y oscuridad.
La acompañé hacia una sombra que venía
a nuestro encuentro.
Le acaricié las mejillas con sus dedos de
terciopelo y ahora a ella también le gustan
las sombras y el miedo que tenía se ha ido....
CABALLERO: que el camino a recorrer sea con exito! Besos...
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