sábado, 13 de marzo de 2010

La quiero a morir



Él la miraba fijamente, se sumergía en sus ojos... ella se lo permitía, sentía que eso era conocerse, eso era intimidad, eso era "amor".

Los ojos son las ventanas del alma decía él mientras fijaba su atención en ella, en sus pensamientos, mientras jugaban a adivinar lo que el otro estaba pensando...

Muchos transeúntes dicen por ahí que "el amor mata"... ella lo amaba, si, lo hacía, o al menos eso creía ella.... él no tenía dudas. Nunca. En él todo era certezas, todo era blanco o negro, no pensaba en grises, no se lo permitía.

Un día él despertó y sintió frío... se estiró hacía el otro lado de la cama y tanteando comprobó que estaba solo... se levantó y con la mirada recorrió toda la habitación... en la cocina no estaba, tampoco en el living, llegó al baño y todo resto de cansancio y de sueño desapareció en ese instante.

Ahí estaba ella, inconsciente, en el medio del frío piso del baño, inmóvil, pálida... sin pestañear, él se acercó y comprobó lo que parecía evidente... ella estaba muerta, ya no era ella, era un cuerpo... estuvo horas mirando un punto fijo del baño, hasta que se levantó y llamó a la policía.

30minutos después 2 oficiales tocaban la puerta, él casi sin razonar la abre, con la mirada perdida les señala el baño... el más alto de los 2, se acerca y mientras le dice "lo siento mucho señor", le pregunta... "¿qué quiere hacer usted con los arreglos, ya lo tiene pensado?”... silencio... "¿Señor? ¿Qué quiere hacer?" repitió el oficial...

Él simplemente se quedó mirándola a ella, allí, fría, sola, ausente... y mientras las lágrimas comenzaban a brotar de sus ojos dijo... yo la quiero, la quiero a morir...

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