domingo, 29 de abril de 2012

Cuando no hacen falta las palabras

Ella se reía hacia afuera y hacia sus adentros. Se sentía segura, rodeada, su mirada lo decía todo.


Se miraban sin decir nada y ambos se reían, palabras más, palabras menos... todo estaba dicho y con el solo sumergirse en las pupilas del otro expresaba todo.


Ella y su Zorro jugaban a idas y vueltas mientras dormían abrazados, espalda con espalda, el cariño del sueño inconsciente... despertarse y sentirse seguro, eso no tiene precio... y en sus miradas ya no hacen falta las palabras. No, no hacen falta.

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